TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES

En la Terapia asistida con animales se puede trabajar con distintos animales, pero nosotros lo hacemos con el perro.

Desde épocas remotas las personas hemos demostrado un fuerte vínculo con los animales. Se ha comprobado que su presencia mejora la calidad de vida del hombre, incrementa su longevidad y conserva su equilibrio físico y mental, reduciendo el estrés y la depresión.

Los animales conllevan la asunción de responsabilidades y actividad, mejorando el estado físico, la integración en el grupo, motivando para involucrarse en actividades de equipo. Así mismo, el intercambio afectivo con el animal mejora el estado emocional y hace que la persona se sienta acompañada, reduciendo su soledad y ansiedad.

Así mismo, el trabajo con animales ayuda a aumentar los niveles de atención y concentración en las tareas, así como a superar miedos.

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Existen algunos grupos de edades a los que es más difícil implicar en terapia psicología, porque normalmente no vienen por su propia voluntad. Es el caso de los niños y ancianos, con los que se ha demostrado en numerosas ocasiones que la presencia del perro es una forma muy  eficaz de conseguir motivación.

Cuando hay un perro esperando al paciente poco interesado en la terapia, éste va con ganas de trabajar porque el animal actúa de intermediario entre el psicólogo y la persona.

El paciente colaborará más fácilmente y con mayor agrado en la terapia, porque no sentirá que está haciendo un esfuerzo.

El tipo de problemas que solemos trabajar con el apoyo del perro son:

– Trastornos del desarrollo motor
El perro ayuda mucho a que el paciente se mueva  adecuadamente en el espacio y realice actividades que competen a la motricidad gruesa y fina.

– Trastornos del lenguaje
Debido a que los perros son un motivador muy fuerte para que la persona quiera comunicarse con su entorno.

– Trastornos de control emocional
Especialmente en niños y adolescentes, las reacciones del animal ante explosiones emocionales del paciente generan que éste las comience a regular buscando la protección del perro.

– Trastorno del Espectro Autista
El perro es un elemento muy potente para que el paciente se interese por su entorno, por las emociones y el bienestar de sus personas cercanas.

En general, podemos hablar de cuatro áreas de terapia en los que se puede implicar el perro como ayuda en los tratamientos.

Física: buscando el avance en la motricidad del paciente

Cognitiva: Dirigido a mejorar tanto la memoria como el aprendizaje del paciente

Emocional: el tratamiento se basa en actividades de reconocimiento y expresión emocional del paciente.

Relacional: Mejoría de habilidades sociales y relaciones interpersonales positivas.

 

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