En este trastorno aparecen pensamientos recurrentes que causan gran ansiedad y que a pesar de intentar ignorarlos no se pueden evitar. Junto a las obsesiones aparecen las compulsiones que consisten en conductas o pensamientos repetitivos que la persona se ve obligada a realizar para aliviar la ansiedad que producen las obsesiones.
Como ejemplo de obsesión típica tenemos el miedo a contaminarse y las compulsiones para evitarla pueden ser lavarse las manos continuamente, limpiar la casa sin necesidad, etc.
Es un trastorno que interfiere en la rutina de la persona, en su trabajo, estudios o vida social, por lo que se aconseja acudir a un especialista para realizar el tratamiento adecuado.
