La terapia familiar es útil en cualquier situación que provoque dolor, ira, estrés, dolor, o cualquier clase de conflicto. Puede ayudaros a comprenderos y comunicaros mejor y a hacer frente a los desafíos que la vida irremediablemente nos plantea.
Cualquier problema en uno de los miembros de la familia afecta sin remedio al resto, así mismo el grupo familiar es una ayuda fundamental para que los conflictos desaparezcan. Hay casos, que por sus características, se hace imprescindible intervenir con la familia y no solo con el paciente, para conseguir mayor posibilidad de éxito.
Los adolescentes, en muchas ocasiones, son la fuente de conflictos que repercuten en el clima familiar. En los últimos tiempos está aumentando vertiginosamente la violencia ascendente (de hijos a padres) En respuesta a ésta necesidad diseñamos la intervención con el menor, progenitores y hermanos en su caso. En éste tipo de tratamiento se utilizan tanto terapia psicológica como técnicas de negociación y resolución de manera que vuelvan a normalizarse las interacciones familiares.
